Cuando tu mascota se somete a un procedimiento que requiere una sedación o anestesia, siempre existe un riesgo que se reduce en gran medida al realizar una evaluación preanestésica completa. De esta forma se evitan o previenen posibles complicaciones.
Al recopilar toda la información y pruebas necesarias, realizamos una evaluación del estado de tu mascota y decidimos si es seguro proceder a la anestesia, o por el contrario necesitamos postponer el procedimiento y tratar la patología descubierta en el examen preanestésico.
En función de la edad, la condición física, los antecedentes y el procedimiento a realizar, serán necesarias unas pruebas u otras. En general, incluimos una exploración física general y una analítica básica antes de preceder a cualquier sedación o anestesia, pudiendo ser necesarias otras pruebas como radiografías torácicas, ecocardiografías o electrocardiogramas.
Es importante que nos informes de los antecedentes de tu mascota, así como medicaciones y enfermedades actuales y pasadas, o si anteriormente ha sido anestesiado y ha sufrido alguna complicación.
Si el procedimiento a realizar es doloroso, nuestro equipo establecerá un plan personalizado para reducirlo y favorecer una recuperación temprana. Empleando analgesia multimodal conseguimos reducir significativamente el tiempo de recuperación.
Por lo general, si tu mascota ingresa por la mañana para una sedación o anestesia programada, haremos coincidir las horas de ayuno con la noche. Siendo necesarias entre 6 y 12h de ayuno, siempre dejando el agua a disposición. En casos más urgentes o no planificados, podemos reducir estos tiempos a entre 4h y 6h, siempre que no suponga un riesgo para el paciente.
Cuando se trata de pacientes pediátricos de menos de 2 meses, el riesgo de hipoglucemia es mucho mayor, por lo que estos tiempos se reducen a 2h de ayuno.
Aconsejamos mantener la rutina de paseos antes de acudir al hospital, para reducir el estrés al máximo posible.